La Revolución Cubana fue un movimiento político y social que tuvo lugar en Cuba en la década de 1950. Fue liderada por Fidel Castro y otros revolucionarios con el objetivo de derrocar al régimen dictatorial de Fulgencio Batista. La revolución culminó el 1 de enero de 1959, cuando Castro y sus fuerzas rebeldes tomaron el control de La Habana.
Antes de pasar al cuadro sinóptico de la Revolución de Cuba, repasemos sus características.
Características de la Revolución de Cuba
La Revolución Cubana tuvo sus raíces en la insatisfacción generalizada con el gobierno corrupto y represivo de Batista, así como en la desigualdad social y económica en Cuba. Castro, un abogado de formación, se convirtió en el líder carismático de la revolución y atrajo a un amplio espectro de seguidores, incluyendo a su hermano Raúl y el Che Guevara.
Una vez en el poder, Castro implementó una serie de reformas radicales, incluyendo la nacionalización de empresas extranjeras, la redistribución de tierras, y la promoción de la educación y la salud gratuita. También estableció un régimen comunista con un fuerte control estatal sobre la economía y la política, y se alineó con la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
Tuvo un impacto significativo en la política de América Latina y las relaciones internacionales. Dividió a la comunidad internacional, con Estados Unidos manteniendo un embargo comercial y económico contra Cuba durante décadas. También llevó a tensiones en la región y contribuyó a la Guerra Fría entre las superpotencias.
A lo largo de los años, Cuba experimentó desafíos económicos y políticos, así como logros en áreas como la educación y la salud. La revolución dejó una marca indeleble en la historia de Cuba y en la conciencia política global, con opiniones divididas sobre su legado y sus consecuencias.