La Primera Guerra Mundial, también conocida como la Gran Guerra, fue un conflicto global que tuvo lugar entre 1914 y 1918. Fue un enfrentamiento devastador que involucró a muchas de las principales potencias del mundo.
Antes de pasar al cuadro sinóptico de la Primera Guerra Mundial, repasemos sus características.
Características de la Primera Guerra Mundial
El conflicto se desencadenó debido a una serie de tensiones políticas, militares y económicas en Europa. El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria-Hungría en Sarajevo en 1914 desencadenó una serie de eventos que llevaron a la guerra.
Las principales alianzas militares se formaron: la Triple Entente (compuesta por Francia, Rusia y el Reino Unido) y las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano).
La guerra se caracterizó por la brutalidad de la lucha en el frente occidental, donde las trincheras se extendían a lo largo de cientos de kilómetros. Hubo una alta mortalidad debido a las tácticas de asalto ineficaces y el uso de nuevas tecnologías, como ametralladoras y gas venenoso.
El conflicto se extendió más allá de Europa, afectando a las colonias y territorios de las potencias involucradas. Estados Unidos ingresó en la guerra en 1917, fortaleciendo la posición de la Triple Entente.
La Primera Guerra Mundial finalmente llegó a su fin en 1918 después de una serie de ofensivas aliadas exitosas. El Tratado de Versalles, firmado en 1919, puso fin oficialmente al conflicto y estableció las condiciones de paz, imponiendo duras sanciones a Alemania.
Dejó un saldo de aproximadamente 16 millones de muertos y 21 millones de heridos. Además, transformó la geopolítica mundial, debilitó imperios, dio paso a la Revolución Rusa y sentó las bases para la Segunda Guerra Mundial. Fue un conflicto que cambió la historia y dejó cicatrices profundas en la sociedad y la política del siglo XX.